Los elementos filtrantes coalescentes, adsorbentes y microbiológicos Hi-Flux fueron desarrollados por Metalplan para eliminar cada forma específica de contaminación, proporcionando la máxima calidad al aire comprimido generado por cualquier tipo de compresor, en cualquier ambiente.


La contaminación del aire comprimido asume diversas formas, con especial énfasis en el agua, el aceite y las partículas sólidas, según la norma internacional ISO 8573. El agua proviene de la humedad presente en el aire ambiente (vapor de agua), y el aceite y las partículas sólidas tienen dos orígenes: el aire atmosférico y el propio compresor.


Entre los elementos filtrantes de aire comprimido Hi-Flux, los modelos coalescentes son los más versátiles, demostrando ser capaces de retener contaminantes sólidos de tamaño tan pequeño como 0,01 micrómetros, así como aerosoles de agua y aceite de masa insignificante, cuyo comportamiento se asemeja al de un gas.


Las nanofibras de borosilicato hidrofóbicas, impermeables al aceite y al agua, son responsables de la coalescencia, que es la aglutinación de pequeñas gotas de condensado (aerosoles) en gotas más grandes, sujetas a la acción de la gravedad.


El condensado precipitado en el fondo de la carcasa del filtro se drena hacia el exterior mediante un purgador automático. Los sistemas adecuados de neutralización del condensado permiten desecharlo en el medio ambiente sin riesgo de contaminación.


Las partículas sólidas, a su vez, quedan retenidas en el interior de las nanofibras, causando la saturación del elemento. Por esta razón, los filtros coalescentes también son notables por su alta eficiencia en promover la "filtración en profundidad".


Además de los elementos coalescentes de los grados M40 (fino) y M20 (ultrafino), existen otros dos medios filtrantes de aire comprimido de la familia Hi-Flux: los elementos adsorbentes (grado MA) y microbiológicos (grado MB).


El componente principal de los elementos adsorbentes es el carbón activado, cuya base es el carbono de alta porosidad, capaz de retener selectivamente gases o impurezas en su interior, con un alto poder de clarificación, desodorización, purificación y eliminación de materiales tóxicos y radioactivos. El carbón activado se obtiene a partir de la quema controlada (800 °C a 1000 °C) de materia orgánica seleccionada, en una atmósfera con bajo contenido de oxígeno.